jueves, 24 de noviembre de 2011

Conectar con la libertad



¿Qué te hace sentir libre?
¿Qué hechos de tu vida te conectan con la fluidez?
¿Qué pasaría si empezaras a conectarte con la libertad que la dicha brinda?

Añoramos la libertad, hacer lo que queremos… deseamos vivir sin ataduras y sin límites. Tenemos la idea de fluir, avanzar, caminar y soñamos… lo paradójico de esta situación es que al tener la libertad, nos da miedo hacer uso de ella.
¿Qué es la libertad?
La libertad cada persona la conceptualiza y la vive de forma diferente. La libertad es un regalo del ser humano. Es decidir aquello que consideramos mejor para nosotros mismos, es una oportunidad para potencializar y expresar los sueños, romper los esquemas.
Sentir
Nuestra condición humana destaca por tener la capacidad de razonar, así, hemos elegido prestarle mayor atención a lo que pensamos que a lo que sentimos, volviéndonos esclavos de las creencias y condicionamientos externos, que a los sentidos, que me conectan con lo que soy, mi propia libertad.
Y soltar para liberar
Para ser libre necesito soltar lo que me está atorando, vaciarme de mis miedos y limitaciones, solo así puedo vislumbrar la dicha.
Miedo a ser libre
Somos racionales porque le tememos a nuestras habilidades, limitamos nuestros dones para no asumir la responsabilidad de nosotros mismos, al ser esclavo, me victimizo justifico, así mantengo mis pretextos para no avanzar hacia lo que me da dicha, luchar por lo que anhelamos implica arriesgar, más allá de mis límites.
REFLEXIÓN: PARA LLEVARLO A LA ACCIÓN
Intención: ¿cuál es tu propio cuento?
Práctica: analiza y pon atención en aquella frase o idea, que te dices a diario. Por ejemplo, si tu cuento es “necesito ser perfecto(a) para ser aceptado…”; cambia o agrega otro final… “… y soy una persona que se puede equivocar…”
Consecuencia: ese cuento es el que te impide avanzar y crecer, el obstáculo en el camino… escúchalo, ponle atención y cámbiale la dirección o el final… en la medida que integremos, perdonemos y soltemos las creencias, las ideas se arraigan menos.
RECUERDA: “Tus cuentos son tus creencias y éstas son las que te impiden vivir tu propia libertad.”

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