jueves, 17 de noviembre de 2011

Salir de la zona de confort


¿Qué pasaría si dejaras de sentirte cómodo?
¿Hasta cuando vas a salir al mundo?

¿A quién no le gusta la comodidad? Un sillón confortable, una rica cena y una buena compañía, un buen vino, un viaje, una rica canción, un masaje relajante… todo esto es la expresión misma de la vida y el placer, los humanos añoramos “sentir la comodidad”
 
LA EXPRESION DEL HEDONISMO
El hedonismo (placer) por sí mismo, cuando es permanente, cansa y nos lleva al hastío, al dejar de disfrutarlo, se pierde la novedad… y empezamos a quejarnos, se acaba la luna de miel… y la realidad se oscurece. 

ESTANCAMIENTO
Y aunque pareciera que aunque la incomodidad, no nos guste, decidimos permanecer ahí… ¿Por qué sucede esto? Porque entramos a una ZONA DE CONFORT, nos quedamos inmóviles, quietos y como muertos, repetimos rutinas y dejamos de lado la creatividad, la vida el disfrutar momento a momento, o vivo del pasado… en la añoranza, o del futuro… de planes y proyectos.

PASAR POR LA INCOMODIDAD
Salirme de esa zona implicaría empezar a verme a mí mismo, a reconocerme, aceptarme quererme, darme cuenta de lo que soy… y a veces eso nos disgusta. Salir de mi zona “agusto” siempre implicara un cambio y todo cambio viene cargado con una dosis de incomodidad, es inevitable.

MIRAR AL MUNDO
Solo cuando me muevo al cambio por mí mismo, puedo mirar al mundo, puedo salir a la vida, disfrutarla, saborearla, no estar solo enfocado en lo que me sucede a mi, también ver lo que esta pasando allá afuera.

REFLEXIÓN: PARA LLEVARLO A LA ACCIÓN

Intención: ir de la incomodidad a la dicha, salir de mi zona cómoda.

Práctica: si quiero hacer cambios, necesito moverme hacer cosas diferentes, lo que sea… lo simple, lo sutil, solo salirme, hazlo al menos por este día, así hasta completar 2 , 3 y 4 semanas.

Consecuencia: el confort, es como si estuviera muerto, necesito el alimento de la vida, de la incomodidad para de nuevo encontrar mi balance… no es una tarea “tan sencilla” requiere de voluntad y ganas, muchas ganas, sin embargo ¡vale la pena vivir en la dicha!

RECUERDA: No hay crecimiento en la comodidad y no hay comodidad en el crecimiento.

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